Tú también lo has notado? Ya sea en tu grupo de amigos más amplio, en el círculo familiar o en el extraño universo de Instagram, seguro que tienes algún conocido que este verano ha estado en Turquía. La temporada que estamos ya dejando atrás puede presumir de ser una de las más lúdicas que recordamos. Este año, más gente que nunca ha corrido a la costa a desconectar de los relojes de la urbe, y los destinos favoritos son los que están bañados por el Mediterráneo.
Entre todas las opciones que el Mare Nostrum nos ofrece, Bodrum, en Turquía, se ha perfilado como uno de los rincones de referencia para el turismo de lujo. Su clima y sus playas te recordarán a Baleares; pero un vistazo a su característica cultura local y un bocado de su gastronomía te sacarán de dudas: Bodrum es un entorno único y una visita imprescindible si pasas por el país.
En este exclusivo enclave acaba de abrir sus cocinas (porque no podemos hablar de puertas) la tercera pata del grupo Lucca, fundado por Cem Mirap. Los visitantes habituales de Estambul ya conocerán el restaurante madre; y tal vez algún adelantado a su tiempo que lleve años frecuentando Bodrum haya tenido la oportunidad de disfrutar la oferta gastronómica y coctelera de Lucca by the Sea, ubicado en los terrenos del Mandarin Oriental de la región. En ese mismo hotel tenemos ahora Lucca Beach, un restaurante con playa privada abierto tanto a huéspedes como a visitantes durante toda la temporada estival.
Así es Lucca Beach, el chiringuito de diseño que recoge todo lo que más nos gusta de Bodrum
La espina dorsal de Lucca Beach es el restaurante. En el centro del universo Lucca Beach se ubica una barra en la que se preparan cócteles de autor, rodeada de sillas altas de madera y mimbre diseñadas ad hoc e inspiradas en los viajes de su creador por las islas del Pacífico. A su alrededor, el textil domina el espacio, con una colección de lonas creadas en colaboración con el diseñador Rifat Ozbek y su compañero Erdal Karaman que refugian al comensal del sol.
Acompañando este espacio hay diferentes puntos de descanso para los visitantes, que convierten Lucca Beach ya no en un restaurante, sino en un plan de día entero. Tanto sobre la hierba como sobre la arena de su playa privada hay diferentes opciones pensadas para la desconexión y el disfrute del entorno: tumbonas de madera, camas de exterior y rincones con sofás y sillones para las reuniones de amigos. Todo ello mirando directamente sobre el Mediterráneo.
Las lonas de diseño no son la única referencia al diseño local que hay en el restaurante. Cada uno de los elementos artesanales, entre los que también se encuentran las alfombras procedentes de Anatolia y las grandes tinajas que un día albergaron olivas, se han concebido con el objetivo de reflejar el espíritu de Bodrum. De este modo, Lucca Beach teje una identidad única, separada de su restaurante hermano en la región.
“En Lucca by the Sea hemos incorporado cojines, alfombras, lámparas y elementos de diseño que buscan aunar el espíritu Mediterráneo con una estética setentera. En Lucca Beach, en cambio, queríamos que solo se respirase Bodrum”, explica Cem Mirap, el cerebro (y el curador creativo) detrás de los restaurantes Lucca.
A nivel gastronómico, la propuesta juega con los sabores mediterráneos y el producto local para ofrecer una experiencia que casa a la perfección con el espíritu veraniego. Imprescindibles su carpaccio de tomates con parmesano y sus productos marítimos, especialmente el carpaccio de pulpo. Para acompañar estos platos, no puedes perderte sus icónicos cócteles, opciones bien concebidas y trabajadas para acompañar la puesta de sol más bonita de Bodrum.